LXI Certamen Internacional de Poesía Amantes de Teruel
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Un poemario epistolar de mujer a mujer, de cartas que surcan el Mediterráneo de orilla a orilla y conectan a cada una de estas mujeres de agua y tierra mientras otean, incansables, el horizonte.
Sostiene Aristóteles en su poética que el metro yámbico es especialmente adecuado para el diálogo. Sale de forma espontánea al hablar, es más natural que los versos heroicos, pero no por ello exento de cadencia, ritmo y armonía. Esta métrica atañe sobre todo al ámbito privado, a la subjetividad de los sentimientos. Rumores yámbicos constituye el particular homenaje de su autora a las Heroidas de Ovidio. Un poemario epistolar de mujer a mujer, cartas escritas en la más estricta intimidad, muchas clandestinas, se diría que susurradas al oído. Se trata de confidencias rumorosas que atraviesan fronteras, surcan el Mediterráneo de orilla a orilla, conectan a cada una de estas mujeres de agua y tierra que otean, incansables, el horizonte.
Javier Alonso –
Lo primero que he intentado entender es de dónde viene el título. He estado analizando los poemas y salvo algún caso, no he detectado aplicación del famoso verso libre inglés de cinco pies yámbicos, así que deduzco que el tema va por otro lado…quizás porque en toda relación de dos, una parte es la “fuerte” y la otra, la “débil” (entendido esto en sentido amplio…de dualidad la que envía/la que recibe…la que propone/la que acepta). Siendo así, me imagino que los “pies yámbicos” propuestos no son otros que las dualidades establecidas entre los pares de mujeres con los que se ha construido el poemario.
Puedo figurarme además que la estrategia seguida ha sido hacer una especie de fusión en cada personaje entre las referencias históricas/mitológicas de los nombres que se van adoptando y alguna persona cercana a la vida de la autora que pudiera maridar bien con dicho personaje (…o tal vez, al contrario). También intuyo que las parejas se han establecido sobre todo de acuerdo con la relación natural (o más cercana por afinidades o contraposiciones) entre miembros femeninos cercanos a ella.
En cualquier caso, creo que ha sido una estrategia de partida muy acertada y que le ha dado una buena base para ir construyendo diferentes poemas, cada uno de ellos con su propia personalidad.
Dicho todo lo anterior, que no dejan de ser consideraciones estructuralistas, cuando abrí el libro en la feria me atrajo la sencillez -aparente- del lenguaje y la nitidez de las imágenes. Leído todo el libro, ello se ha confirmado y me han parecido muy interesantes los duetos formados. Y he disfrutado con su lectura, independientemente de que se diseñaran como susurros al oído entre mujeres. La buena poesía no tiene género. Veo que se apoya mucho en el verso corto, pero le viene bien al objetivo buscado, pues los diálogos se establecen como bits de imágenes que se van tejiendo alrededor del poema.
Juan Carlos Tejero –
Vaya de antemano que me ha recordado mis lecturas de clásicos griegos cuando hice Filología Hispánica con profesores de Griego como Goyita o Alfageme. Este nos obligó a aprendernos los primeros 52 versos de la Ilíada en griego como condición para acceder a cualquiera de sus exámenes. Preferí al siempre querido y recordado Agustín García Calvo que nos hizo traducir a Catulo y a Lucrecio.
De tu libro, que he leído y releído, te diría que haría míos algunos de tus versos por gusto. Vaya una secuencia de ellos: “Se me han agrietado las manos/en cada herida de la tierra.” “cuando ya todo se ha cumplido/y no queda nadie a quien amar.” “La inteligencia no resulta/una virtud cómoda/para las mujeres.” “es sobre tu piel/donde escribe versos/cada noche/el poeta.”
Algunos versos tienen resonancias que podríamos relacionar con situaciones actuales: “El repetido fracaso de las treguas”. “Dicen las viejas/que las víctimas/son los peores verdugos,” “…averiguar la verdad,/ha resultado ser la meta/hacia el abismo.”
Me gusta esa versión de Ariadna admiradora del Minotauro y rechazando a Teseo como ogro, además de los poemas IV y XVII, que me parecen extraordinarios.
Enhorabuena por tu poemario y gracias mil por pedirme que lo comprara.
Salud y poesía.